"La nobleza no se adquiere al nacer,
sino en la vida y, con frecuencia en la muerte"
sino en la vida y, con frecuencia en la muerte"
Plutarco
Es una suave brisa la que la raíz desea recibir, ella está
hundida profundamente en el fondo de la tierra para que el árbol pueda
sobrevivir, permanece oculta ajena a los ojos de los demás, es como una madre,
sabe mucho... a sus oídos han llegado, mil
amores, mil llantos, mil sonrisas y
todas ellas marcan sus surcos. Su
corazón ha aprendido a vibrar con cada movimiento de las
hojas, percibiendo el más ínfimo rumor.
Porta la sabiduría de los muchos años, y la va trasmitiendo
de generación en generación. A veces tiene sueños en los que se ve volando
sobre los cielos, en los que su misión
termina y emprende nuevos designios, por
una parte le alegra y por otra llora, porque no quiere alejarse, de los que siempre han sido los suyos.
Cuando llega la noche todo toma otra dimensión, parece que
la luz de las estrellas se filtrara por entre las grietas del tronco y entonces una suave
brisa le llega impregnada de mil fragancias...
A veces cree poder
ver la luna con su brillo de argenta, resplandeciendo por entre los huecos de
las ramas y las hojas, entonces sus ojos
se humedecen observando tanta belleza y se compara a ella en la soledad de la
noche, solo en esto, pues la raíz sabe que nunca va a ser la musa de los poetas, ni
va a ser el abrigo de los sueños románticos.
Apenas nadie se hace eco de su belleza, solo algunas almas nobles pueden comprenderla, pueden reconocer su sacrificio, ella
baja al fondo de la tierra, para que los demás puedan subir y brillar con el
sol.
Nany Hurtado
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