No fue ayer, ni tampoco anteayer,
Pero ocurrió, y eso me hace reflexionar:
Reflexionar en las capacidades y potencialidades humanas,
y también en las monstruosidades más ancestrales
que pueden salir del corazón humano.
No es tan difícil, ni puede estar tan lejano:
solo dejar morir nuestras conciencias.
Dejarse llevar por delirios de grandeza.
Dejarnos gobernar por mentes calenturientas.
Y habremos conseguido al infierno darle cuna,
a los deseos mas atávicos asiento,
Y al imperio del horror la potestad.
Nany Hurtado
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