lunes, 19 de octubre de 2015

LA LÓBREGA SOLEDAD

LA LÓBREGA SOLEDAD


Unos tímidos alambres de luz
se colaron por el recinto.

Una enternecedora mano
llena de piedad
cautivó el espacio.

Con cariño anunciador
hizo su entrada la reina de día.

Llegó por el camino
del entorpecido desdén.

Se topó con una losa nauseabunda
de pedernal enquistado.

La lóbrega soledad reinaba
en aquel lugar.

Cuando la luz hizo su aparición,
un sinfín de colores
verdes y morados brillaron
esplendentes, tildando las paredes
reflejando caprichosas formas
en su verticalidad.

La lóbrega soledad  quedó anonadada
con sus ojos solo podía entrever
hasta entonces... opacos colores.

Ahora todo brillaba de forma especial
y la vida a raudales se presentó ante ella
brotando de cada rincón.

Nany Hurtado

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